Poco más de las 4,30 de la tarde salía en procesión el Señor en su Entrada Triunfal en Jerusalén.
Muchísima gente en la calle esperando la salida de estas imágenes tan enraizadas en el pueblo isleño. Muchos niños y niñas acompañaron todo el recorrido de las imágenes del Cristo y de la Virgen.
El viento que soplaba frío, no privó que la gente se apiñara por todo el recorrido.
Este domingo de Ramos abría el capítulo de procesiones en nuestra ciudad. No será hasta el Martes Santo, cuando se reanude la próxima procesión del Cristo de la Buena Muerte y Ntra. Sra. de la Amargura.
La Virgen estrenaba una saya celeste, e iba adornada de flores blancas con preciosos gladíolos. También estrenaba dorado de la diadema.
El Cristo fue exornado con claveles rojos en sus esquinas, y ramos de olivo sobre la base del paso.
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